La obra lleva prácticamente un año paralizada y tan sólo un desprolijo vallado en el corazón del microcentro alvearense es todo lo que puede verse de lo que se proyectó como una moderna sala para actividades culturales.

Mientras tanto, los alvearenses carecen de una sala para asistir a funciones de teatro o cine.

El plazo estipulado fue de 10 meses y el monto final superó los 16,8 millones de pesos (aunque ese número, hoy devaluado, no contemplaba originalmente la instalación de nuevas butacas, las que deberían gestionarse por separado) y fue anunciado con bombos y platillos por el propio gobernador Francisco Pérez en el acto de celebración del centenario departamental, el 12 de agosto de 2014.

En noviembre de ese año se desocupó el espacio y la Dirección de Cultura con todas sus dependencias se trasladó a una sala alternativa y mucho más pequeña. En diciembre inició la obra del ex cine Alvear y en enero de 2015 finalizó la primera etapa de desmantelamiento de la estructura histórica (butacas, vestuarios, pisos, paredes, techos y baños, entre otros), además de la demolición de algunos sectores que eran irrecuperables.

Ritmo de trabajo
El mismo mes comenzaron los trabajos de colocación de las nuevas instalaciones eléctricas y sanitarias en todo el edificio.

Hasta allí todo marchaba viento en popa y el ingeniero Jorge Sanchis, de la constructora adjudicataria de la licitación, Sanco SA, se mostraba muy conforme porque los trabajos se habían desarrollado a un ritmo superior al que habían calculado, e incluso se habían ganado varias semanas en la primera etapa.

En un período posterior que pretendían comenzar entre febrero y marzo de 2015, vendría la colocación de los sistemas de calefacción y aire acondicionado, aislación acústica ignífuga, sistema contra incendios, y otras que hasta hoy no se concretaron.

El proyecto contemplaba hasta la construcción de un foso delante del escenario para la presentación de orquestas y también la de un microcine en el deteriorado sector del pullman.

«Creo que se va a poder respetar el plazo convenido, esperamos que para octubre se pueda inaugurar la obra» señalaba Sanchis en enero de 2015.
Luego, los pagos dejaron de llegar. Y aunque la regularidad de la tarea se mantuvo algunas semanas con la esperanza de que en pleno año electoral los billetes no escasearían para la obra pública, la realidad finalmente alcanzó al mítico cine venido a menos.

Primero se redujo significativamente la cantidad de obreros y poco después se retiró toda la maquinaria de trabajo y el silencio dentro de la vieja estructura fue total. Apenas un pesado candado de hierro sobre la puerta de ingreso y un sereno que rara vez se veía merodeando fuera del oscuro lugar fueron lo único que quedó como testimonio de que allí se «estaba trabajando al mínimo» como aún se empeñaron en decir algunos funcionarios del oficialismo.

Entretanto, las críticas obligaron a que la comuna comandada entonces por el azul Juan Carlos De Paolo (PJ) reanudara con intensidad las gestiones ante un Francisco Pérez que, enojado con Alvear, donde nunca fue bien recibido del todo por las fuerzas vivas, y enfrentado políticamente con el antiguo cacique del sur (con quien nunca terminó de congeniar) prefirió hacer oídos sordos.

El resultado electoral adverso para el justicialismo en los comicios nacionales fue la puñalada final, desde el deprimido gobierno local ya ni siquiera se molestaron en decir que harían gestiones al respecto y desde el provincial; bien gracias.

Le quedó entonces a la nueva conducción radical la responsabilidad y sobre todo la urgencia de culminar la epopeya, porque ante la inexistencia de espacios privados y ahora también públicos que sean aptos para desarrollar actividades culturales, Alvear es un pueblo sin un teatro y menos un cine a disposición de la comunidad.

Por este motivo la última semana un grupo de funcionarios mantuvo reuniones con el subsecretario de Infraestructura Daniel Chicahuala y su par de Infraestructura Social Básica Guillermo Carbonell, donde se trató la bajada de recursos para esta entre otras obras.

«Se acordó priorizar tres obras para concretar durante este año en el departamento, la culminación de la UDI en Bowen, la construcción del edificio para Gendarmería en la ruta 188 y la continuidad de la remodelación de la Casa de la Cultura» indicó el director de Obras Públicas de la comuna, Mario Barbieri.

«La obra está al 38 % y en teoría faltarían cerca de 12 millones de pesos según el presupuesto original, pero nos encontramos con que aún se le adeudan otros 5 millones a la empresa por lo que ya se hizo» detalló el funcionario. A esto habría que sumarle la actualización de los montos y la renegociación con la empresa, por lo que «se calcula que en total se van a superar los 20 millones de pesos» agregó Barbieri.

Aunque sin confirmación de fechas, el inicio de las gestiones con la nueva administración ya es tomado como un aliciente positivo y desde el municipio alvearense mantienen la esperanza de que en breve puedan saber cuándo van a comenzar a liberarse las partidas para darle continuidad a la obra de refuncionalización.

Fuente: Diario Los Andes/ Mariano Villatoro