Si bien los volúmenes no compiten con los despachos argentinos, los tetrabrik del país trasandino tienen ventaja en las góndolas porque son más baratos.

La importación de vino de Chile impacta en el ánimo de los pequeños productores y en la tradición cultural de mendocinos y sanjuaninos.

Desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura apuntaron que la Argentina destinó -tanto al mercado interno como externo- unos 100 millones de litros de vino mensuales (el 75% es vino genérico) y que desde Chile llegaron apenas 3 millones de litros en el 2016. En tanto, desde la Argentina a Chile se vendieron 0,6 millones de litros por un total de 2,9 millones de dólares, a octubre de 2016, según el Observatorio Vitivinícola Argentino.

Lo cierto es que, en el contexto referido, ya Peñaflor y Baggio envasan Termidor y Uvita con vino trasandino. Incluso más barato que el vino local.

JT