En el marco del 60° Encuentro Binacional Argentino-Chileno, el cónsul honorario de Chile en Malargüe, Floridor González Villarroel, ofreció una perspectiva sobre el evento y los desafíos que enfrenta la región en materia de integración y desarrollo.

“Hemos visto una variación en la asistencia y en la relevancia del evento. En esta ocasión, parece que se ha reducido el perfil del encuentro, tanto desde la perspectiva de la alcaldesa de San Clemente, María Inés Sepúlveda (Chile), como del señor Intendente Celso Alejandro Jaque (Malargüe). Personalmente, no comparto esta decisión, ya que el encuentro representa una oportunidad invaluable para fortalecer lazos y promover la cooperación entre nuestras comunidades”, comentó González Villarroel al Diario.

El cónsul honorario destacó los esfuerzos realizados en materia de infraestructura, reconociendo el papel crucial de las autoridades locales y nacionales en ambos países. “Antes de la implementación de servicios básicos como la electricidad y los sanitarios, la comunidad encontraba formas de adaptarse. Sin embargo, es fundamental abordar el impacto medioambiental y gestionar adecuadamente los residuos generados durante el evento”, señaló.

En cuanto al transporte público, expresó su preocupación por la falta de cumplimiento de ciertas rutas, especialmente aquellas que conectan regiones fronterizas. “La línea que une San Rafael, Malargüe y Talca no está operando como debería. A pesar de las fluctuaciones en las tasas de cambio, sigue siendo una opción conveniente para muchos. Insto a las autoridades pertinentes a tomar medidas para mejorar el transporte colectivo en la región”, afirmó.

“Si bien los plazos no siempre se cumplen, es alentador ver el progreso en la accesibilidad de la región. Es fundamental que el Paso Pehuenche sea habilitado para todo tipo de cargas, lo cual beneficiaría enormemente a nuestras economías locales”, destacó.

Sin embargo, González Villarroel reconoció los desafíos pendientes en cuanto a la habilitación y el uso efectivo del Paso Pehuenche. “A pesar de su conveniencia y su importancia como alternativa al Paso Cristo Redentor, enfrentamos resistencia por parte de algunos sectores, tanto en Argentina como en Chile. Es crucial abordar estas preocupaciones y promover una mayor integración regional”, subrayó.

En este sentido, el cónsul honorario hizo hincapié en la necesidad de superar el centralismo histórico que ha afectado el desarrollo de los corredores bioceánicos. “Es fundamental reconocer la importancia de alternativas como el Paso Pehuenche y trabajar en conjunto para maximizar su potencial. La historia nos enseña la importancia de desafiar las visiones centralizadas en beneficio de un desarrollo más equitativo y sostenible”, concluyó González Villarroel.