Hace unos días se dio a conocer en el sur de Mendoza un llamativo panorama con respecto a la campaña de vacunación del HPV (Virus del Papiloma Humano) que previene la aparición del cáncer de cuello de útero. Los agentes sanitarios se encontraron con una baja aceptación por parte de los chicos a la hora de inyectarse la vacuna.

Los rechazos se registraron con mayor énfasis en las escuelas religiosas. Alvear no fue ajeno a esta realidad y según Silvia Navalles del vacunatorio local tan solo el 50% de los alumnos pudo ser vacunado en las escuelas.

Incluso se conoció un comunicado del Instituto San Antonio en el que destacaba los “rechazos de numerosas asociaciones a la vacuna”, además de hablar de “trato sexual desordenado” y “libertinaje”. Palabras que fueron enviadas a los padres que luego en su mayoría optaron por no vacunar a sus hijos.

Frente a este escenario declaró la Ministra de Salud de la Provincia Claudia Najul «hay más o menos cinco mil casos por año que se detectan y más de la mitad mueren, es decir que es importantísimo que se vacunen».

Recordó que «es muy cara y por suerte las dos dosis están en el calendario obligatorio para las niñas y niños de 11 años».

Señaló que «más de 200 millones de dosis se han puesto en el mundo, tres millones en el país y más de 160 mil en Mendoza y hemos tenido solamente tres reacciones adversas muy leves en la provincia».

Además, «las vacunas no sólo son un bien individual porque protege a cada persona, también es un bien colectivo y social porque resguarda a la toda comunidad, ya que de esta forma el virus circula mucho menos, así que también es un acto de solidaridad».