A través de la Dirección de Evaluación de la Calidad Educativa, la Dirección General de Escuelas (DGE) presentó los resultados del primer Censo de Fluidez Lectora 2023, con resultados alentadores. .

Si bien no se habla aquí de “comprensión lectora” sino de “fluidez lectora”, es muy importante también ya que –explicó Silvina Del Pópolo, directora de Planificación de Calidad Educativa– “la fluidez es un componente de la comprensión, pero no es la comprensión como proceso grande, lo que en verdad lleva mucho tiempo de trabajo, pero sí nos pone en un camino de mejora interesante”. “Es una buena noticia y es celebrable que tengamos esta mejora, sobre todo porque motiva mucho a los chicos a seguir en este camino de mejora en su proceso de lectura. La fluidez releva la lectura en voz alta, es decir es escuchar a los chicos leer en voz alta, para ver cómo funciona frente a dos indicadores: el reconocimiento de palabras y la expresión a la hora de leer. Ambos indicadores son clave para la comprensión, porque si yo por ejemplo leo extremadamente lento, esa lentitud va a implicar que me cueste comprender; ahora, si leo extremadamente rápido, también estoy afectando la comprensión, por lo tanto es esencial llegar a un término equilibrado de lectura en voz alta, que se parezca mucho a la naturalidad con la que hablamos”, agregó.

La primera medición fue realizada en abril de 2021, y en ella se evaluó a una muestra representativa de estudiantes de 4º y 7º grado de nivel primario, así como de 1º año de nivel secundario, alcanzando aproximadamente a 75.000 estudiantes. En el caso de 2022, se destinaron los recursos necesarios para que el operativo fuera censal y se pudiera medir a todos los estudiantes, desde 2º grado de primaria hasta 5º y 6º año de secundaria. Una vez establecidas las condiciones, se obtuvieron 275.000 registros en la primera medición y se censaron a 293.000 estudiantes en la última medición.
Este año, el censo mostró mejoras por tercer año consecutivo gracias a varios programas de fortalecimiento sobre la enseñanza explícita de la lectura, así como variados formatos de aumento de horas con foco en la alfabetización. También, se destaca una formación permanente de los docentes en estos programas. Esta política, que se inició hace 7 años, está dando frutos: se censaron más de 300.000 estudiantes y se encontró una mejora del 14% con respecto a marzo de 2022. “El crecimiento es muy grande, esencialmente porque el propio sistema educativo observó y ve la situación de mejora, y recibe a partir de la participación en el censo, un informe detallado de cada uno de sus estudiantes, que le ayuda a asignar tiempo y recursos pedagógicos a aquellos que lo necesitan más, lo que es una ecuación muy interesante porque no es evaluar por evaluar en sí, sino porque devuelve mucha información”, destacó.
La funcionaria aclaró que si bien se ha hecho el relevamiento sobre cómo se ha evolucionado, se trata de “un trabajo concretamente del aula, y esa evolución ayuda a poner siguientes objetivos de mejora y de entrar a profundizar en cómo buscar información sobre lo que leen, cómo recibe el cerebro esa información, si es sólo lo que está implícito, si son capaces de inferir, porque ahí está el próximo camino, pero tener a los chicos en sintonía de mejora es muy importante”. Es muy bueno porque los jóvenes, al saber que leen mejor, se entusiasman y ponen aún más interés.