El proyecto educativo que desarrolla la Dirección General de Escuelas junto al Iscamen busca generar una cultura del cuidado de la biodiversidad y el patrimonio agroecológico de Mendoza con la plaga mosca del Mediterráneo y su control como disparador. La propuesta involucra este año a 35.725 estudiantes de sexto grado en 883 escuelas primarias públicas, privadas y especiales.  

Durante este último trimestre del año lectivo, estudiantes de 6º grado de escuelas primarias públicas, privadas y especiales reciben una caja mediada denominada “Biocontenedor”, que contiene pupas esterilizadas de moscas del Mediterráneo producidas en la Bioplanta de Santa Rosa.  

A través de un visor ubicado en la parte superior de la caja, los estudiantes pueden seguir el proceso biológico de los insectos y su metamorfosis en ejemplares adultos. Además, desarrollan un proceso educativo en torno al biocontenedor que les permite conocer sobre la producción de Mendoza y la importancia de proteger el patrimonio agroecológico de animales exóticos que puedan generar un impacto en la biodiversidad local.  

Al tratarse de material biológico vivo, con un tiempo acotado para su trabajo áulico, antes que los primeros ejemplares emerjan, se requiere un coordinado y minucioso trabajo de logística que se desarrolla junto a supervisoras y directivos de la Dirección General de Escuelas (DGE). De esta manera, se espera que cada estudiante disponga de un biocontenedor en tiempo y forma. Esta entrega es programada y se extenderá hasta la primera semana de noviembre.  

La experiencia se desarrolla desde 2014 y cuenta con una fuerte adhesión de la comunidad educativa, por ser innovadora. A diferencia de los antiguos insectarios, permite la manipulación del material biológico vivo y facilita la comprensión del ciclo reproductivo y, fundamentalmente, está abierta al trabajo integrado de diferentes áreas.  

Antes de que los biocontenedores lleguen a los niños mendocinos, profesionales y técnicos de Iscamen, junto con representantes de la DGE capacitaron a directivos, supervisores y finalmente a docentes de Ciencias Naturales de las escuelas públicas, privadas y especiales de toda la provincia, para el desarrollo del proyecto en el entorno áulico.  

La DGE y el Iscamen han logrado sostener y articular en el tiempo una propuesta pedagógica, creativa y de fuerte impacto, que tiene como fin poner en valor el patrimonio agroecológico de la provincia de Mendoza. También, concientizar sobre la responsabilidad de todos los habitantes de Mendoza en materia de sanidad vegetal. El proyecto se viene desarrollando y crece año a año, gracias al interés de la comunidad educativa.