Hasta hace algunos meses en San Rafael no se hablaba de otro tema. Eran cientos y cientos los vecinos que destacaban las “maravillas” del sistema de Ganancias Deportivas, que prometía hacer “ricos” a todos los que se animaran a invertir.
Con el paso del tiempo, el “clamor popular” pasó a convertirse en silencio ya que la “empresa” dejó de pagar las regalías. Con las heridas aún cicatrizando, son muchos los que empezaron a hablar de los daños que causó este esquema piramidal y fraudulento en la economía de las familias sanrafaelinas.
El escándalo de Zoe Capital hizo que se reavivara el fuego en la causa de “GD”, y también que repercutiera en el interés de los medios nacionales. Es que ya hace más de medio año que la firma con “sede en Costa Rica” dejó de repartir los entre sus asociados los supuestos dividendos generados por “apuestas”.
Una de las personas que se animó a hablar fue el sanrafaelino Roberto Tapia. En diálogo con diario La Nación aseguró que su apuesta por Ganancias Deportivas le hizo perder 15 millones de pesos. Entre lo invertido aparecen dólares, dos camiones y un motorhome, además de haber convencido a sus hijos y a su padre para que también pusiesen dinero en la empresa.
“Las pérdidas han sido tremendas. Ganancias Deportivas ha cagado a todo el mundo”, se lamentó en diálogo con el matutino porteño. El tema también caló profundo en Infobae, que consiguió otros testimonios de perjudicados por la inversión.
Fernando Galli es de Buenos Aires y trabaja en una empresa de colectivos. Para ingresar a GD se endeudó pidiendo dos créditos bancarios por 250 y 250 mil pesos.
A un año de lo que considera “el gran error de su vida”, solo pudo hacer tres extracciones: dos de 100 euros y otra de 200 euros. Este último pago se concretó en julio del año pasado. “No cobré nunca más y tampoco pude retirar mi capital. Me estafaron”, dijo en declaraciones al diario.
En el mismo sentido, Franco Luna, de Luján de Cuyo, aseguró que invirtió 4 mil euros y hoy está “quebrado”. Este trabajador viñatero ingresó por recomendación de un amigo y solo pudo retirar 300 euros, una parte ínfima de lo que había depositado.
“Cuando en las reuniones empecé a preguntar por qué no me pagaban lo que me habían prometido, empezaron a censurarme y descalificarme delante de todos. Era como una secta, donde todos teníamos que razonar como ellos y obedecer las órdenes. La orden era reinvertir el dinero”, dijo indignado.
Según los datos referidos por La Nación, “en San Rafael, el único que aún defiende a la empresa es Martín Guerrero, su abogado. Sostiene que no es una estafa piramidal y que ya ha cerrado unos 20 acuerdos con inversores que se consideran engañados. Dice que Ganancias Deportivas les pagó entre 850 y 1000 euros a cada uno”.
LA CAUSA
Cuando todavía GD era un “boom” y estaba casi prohibido hablar mal del sistema, quien empezó a investigarlo de oficio fue el fiscal Javier Giaroli, quien aseguró que tanto GD como Qubitech y Intense Live se trataban de estafas piramidales tipo “Ponzi”, aunque la mayoría se negaba a creerle.
“El año pasado, la Justicia provincial declaró que yo era incompetente para continuar con la investigación y que debía enviarla a la Justicia Federal. Pero la Justicia Federal rechazó la competencia y ese conflicto ahora debe resolverlo la Corte de la Nación, que todavía no se expidió”, explicó el fiscal en diálogo con Infobae.
Al crearse un conflicto de competencia, lo único que puede hacer Giaroli por el momento es recibir denuncias pero no investigar.
“La semana pasada la Procelac pidió un informe a la Fiscalía de San Rafael por esa investigación de oficio. Al ser un organismo del Ministerio Público Fiscal Federal tal vez la Justicia Federal esté por cambiar de postura”, afirmó Giaroli.