Gabriela Fernández es una docente universitaria sanrafaelina que la semana pasada sufrió el hackeo de sus cuentas de redes sociales, a través de las cuales los delincuentes, que están siendo rastreados por la policía, estafaron a conocidos suyos ofreciéndoles la venta de dólares a un buen precio.

El jueves 11 de mayo, Gabriela, hija del reconocido abogado sanrafaelino Tíndaro Fernández, iba a llevar a su hijo al colegio cuando le llegó un mensaje de la psicopedagoga de la institución educativa, con una captura de pantalla en la que se veía una supuesta oferta suya de dólares a un buen precio, oferta obviamente que Gabriela no había publicado. “Quise meterme a mi Instagram y no podía, entonces me fui directamente a la comisaría, hice la denuncia y me pasaron con Delitos Electrónicos, y mi papá que es abogado me consiguió hablar con una chica más cercana a la parte de los delitos informáticos y estuvimos trabajando todo el tiempo para poder denunciar estas cuentas y bloquearlas, pero era difícil porque me habían hackeado Instagram, Facebook y me hackearon también Hotmail, y cuando queríamos revalidar y me daban códigos nuevos, los interceptaban los hackers, entonces no podíamos cerrarlas ni bloquearlas. Estuvimos trabajando desde las 2 de la tarde, anteriormente había estado con una programadora de sistemas, una chica que trabaja conmigo en la universidad, yo soy diseñadora y doy clases de diseño y esa chica también, trabaja en programación y diseño. Intentó ayudarme y tampoco pudimos porque es muy difícil cuando han hackeado todo, ya que no hay manera de obtener los códigos”, explicó la víctima y agregó que sus contactos de Instagram, la llamaban para corroborar si el CBU que les estaban pasando era el suyo realmente.

“Obviamente yo les decía que no, así que frené así un par de estafas y después ya en la tarde, me enteré de una chica que es conocida mía a la que la habían estafado en 200 mil pesos, y hoy me enteré de una señora que también es amiga mía a la que la estafaron en 700 mil. Ambas denunciaron en Delitos Electrónicos y estamos intentando que, de oficio, se pida el bloqueo de las cuentas. Es muy fea la situación por la que uno transita porque te roban la identidad, entonces ves una captura de pantalla de chat con un montón de conocidos y amigos míos con los que yo hablo hasta de mi familia, entonces es muy chocante verlo y convencer a personas que uno conoce, a través de la confianza que uno genera, que me utilizaron a mí para estafarlas. Si bien yo no tengo la culpa, me siento involucrada en estas estafas porque utilizan mi nombre, utilizan mi relación, mis contactos, mi forma de ser, mis códigos. La gente me dice ‘¿cómo no iba a confiar en vos, cómo no te iba a dar una mano si te estás dedicando a esto?’», lamentó. Si bien al principio buscaba recuperar sus cuentas, actualmente lo que asegura desear es que las bloqueen para frenar las estafas a través de su persona. “Soy profesora universitaria y han estafado incluso a alumnos míos, la verdad es que es muy engorroso todo”, se quejó Gabriela Fernández.

Los hackers se tomaron el tiempo de analizar a la víctima, su manera de hablarle a familiares y amigos, a fin de sonar más convincente después y por supuesto, logrando el cometido.

Hablando con la jueza a cargo de los delitos electrónicos, la magistrada le informó que “hay un gran vacío legal en todo esto, porque la tecnología ha superado las leyes, entonces ellos están haciendo todo lo posible para que las redes sociales den un lugar”.

Lo más útil que ha podido hacer hasta ahora, es publicar ella y sus conocidos, estados en redes sociales aclarando no ser Gabriela Fernández quien está “vendiendo dólares”. Recomendó tomar medidas, como evitar atender números desconocidos ya que son maneras sofisticadas de acceder a códigos y datos útiles para estafar luego.