Para unos 60 mil mendocinos se volvió una tarea cotidiana mirar los portales web de empleo. Desde la computadora de la oficina en algún momento libre, desde el celular durante el almuerzo, al llegar a casa o en las páginas de los clasificados del domingo, ya sea porque no se llega a fin de mes, por crecimiento profesional o por una combinación de ambos factores, buscar un segundo trabajo es su principal preocupación.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en el segundo trimestre de este año, la subocupación demandante en Mendoza creció al 8,3 %, cuando en el mismo período del año pasado fue del 5,9 %. Se trata de personas que ya tienen empleo, pero que están buscando activamente otra fuente laboral, ya que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias.

Si a los 37 mil subocupados se les suman los 43 mil ocupados demandantes –buscan otro trabajo porque lo necesitan–, puede estimarse que unos 60 mil mendocinos miran los avisos clasificados a diario.

Por otra parte, la reducción interanual de desempleo fue del 0,7 %, pero no precisamente porque más personas encontraron empleo, sino porque abandonaron la búsqueda laboral. Es que, según los datos del Indec, la tasa de actividad cayó del 43,9 % en el segundo trimestre de 2016 al 42,1 % en este año. El economista Pablo Salvador explicó que en épocas de ajuste se produce una situación de retención de empleo, es decir que no se producen despidos de manera masiva. Una vez que los números comienzan a ser alentadores, las empresas se encuentran “ociosas de personal”, por lo que la inclusión de nuevos empleadores es lenta y/o demorada.

Las expectativas nuevamente se ven a futuro. Salvador ponderó que el peor escenario económico ya pasó: “Hay cifras de recuperación en el comercio del microcentro del 3,7 % y un fuerte crecimiento en el sector de obra pública y de construcción”. Sin embargo, es crucial que otros sectores puedan crecer, ya que la construcción es “altamente sensible” y varía según la época.