Con una torre de 18 metros, desde donde se puede apreciar una vista panorámica, y un nuevo restobar, fue reabierto a las visitas el Laberinto de Borges, parque en honor al célebre escritor argentino, cuyos arbustos tupidos que conforman las paredes alcanzan en algunos tramos casi 1,80 metros de altura, lo que permite perderse y jugar en sus numerosos senderos.

“Abrimos las puertas de nuestro bosque con un carrito de comidas y bebidas junto a la laguna del parque, para poder visitar la torre y almorzar o tomar algo en el Laberinto”, comentó a la agencia Télam Ignacio Aldao, miembro de la familia impulsora de esta obra cultural en el sur mendocino.

La nueva propuesta turística de San Rafael estrenó el fin de semana una gran torre de hierro, espacio aéreo del lugar a modo de moderno mangrullo que permite observar los senderos de 100 por 70 metros y disfrutar del diseño creado por el inglés Randoll Coate.

Rodeados de añejos árboles, el sonido de los pájaros y prolíficas vides, se ubica el laberinto de casi dos hectáreas hecho con 8.000 arbustos Boj (cerco inglés siempre verde), que visto desde el aire forma, a modo de homenaje, el apellido en espejo de uno de los máximos intelectuales argentinos: Jorge Luis Borges. Los arbustos fueron plantados en 2003 a partir del diseño de Coate, quien soñó y dibujó un recorrido con el nombre completo de Borges y las iniciales M y K, por María Kodama, un bastón en la curva que hace la J de Jorge y un reloj de arena.

Fuente: UNO San Rafael