Lo expresaron durante un encuentro de la Mesa Ejecutiva de CAME. Por la FEM estuvo su presidente, Alberto Carleti. Preocupa la falta de rentabilidad y la brecha de precios entre productores y consumidores que superan el 1.000 %.

Integrantes de la Mesa Ejecutiva de la CAME se reunieron para analizar la situación de las economías regionales en crisis por falta de rentabilidad.

En el encuentro estuvo presente la FEM con su presidente Alberto Carleti. En ese marco los productores de los distintos complejos hicieron hincapié en la necesidad de fomentar el valor agregado en origen. “Hay que dejar de ser la verdulería para pasar a ser el supermercado del mundo”, indicaron.

También solicitaron la aplicación de una serie de políticas integrales para promover el desarrollo de las economías regionales y mejorar de esta manera la rentabilidad y la competitividad. “Hoy seguimos trabajando con una sábana corta”, aseguraron.

Los integrantes de la Mesa Ejecutiva de CAME insistieron además con la sanción de una nueva Ley Pyme que contemple diferenciales e incentivos en beneficio de las pequeñas y medianas empresas que generan el 70% del empleo del país.

“Hay que apuntar a tratamientos diferenciales impositivos por regiones y por categorización Pyme, en el marco de una estrategia comercial inteligente. No todos los sectores de las economías regionales tienen la misma capacidad para absorber tributos como, por ejemplo, las retenciones”, afirmaron, al tiempo que agregaron: “Existen asimetrías que deben ser tenidas en cuenta entre las distintas regiones productivas donde se encuentran las explotaciones. Hay que apuntar a achicar las brechas entre la región Centro y las otras zonas productivas, a fin de procurar el desarrollo armónico de la Argentina profunda”.

“Cuando salimos al mundo a competir nos encontramos con que el resto de los países cuentan con tratamientos fiscales diferenciados que incentivan el valor agregado en origen. Esta situación nos deja fuera de competencia”, explicaron los integrantes de la Mesa haciendo hincapié en la urgente necesidad de un trato impositivo diferenciado para el sector.

En la reunión se habló, además, de la posibilidad de que las retenciones –que actualmente se ubican en 4 pesos por dólar exportado para la mayoría de los sectores productivos– se eliminen. “Sería una muy buena medida que ayudaría a ratificar un cambio de rumbo en materia de competitividad”, destacaron.

Por otra parte, los productores nucleados en CAME se mostraron preocupados por la falta de transparencia existente en los mercados, con brechas de precios (entre productores y consumidores) que superan el 1.000 % en varios alimentos.

“Con políticas y medidas eficaces hay que evitar los abusos de posición dominante en la cadena de comercialización para proteger al eslabón más débil que siempre es el productor”, reclamaron los dirigentes de economías regionales de la entidad.

Por otra parte, los productores de CAME beneficiados por el adelantamiento del Mínimo No Imponible (MNI) anunciado por el Gobierno nacional, celebraron la medida, fruto del diálogo público-privado. “Permite reducir las cargas patronales, muestra un cambio de rumbo a favor de la producción”, coincidieron los presentes.

“Así descomprimimos los altos costos que la producción primaria que las economías regionales deben afrontar, con reducciones de entre 6 y 12 % dependiendo de la incidencia de la mano de obra en la estructura de costos”, manifestaron.

Por último, los presentes señalaron que el beneficio sólo alcanzó a 47 actividades, quedando fuera sectores agroalimentarios como el avícola, el porcino y el lácteo, fuertemente golpeados por la crisis. “Hay que trabajar para que este alivio impositivo incluya y se extienda a más rubros”, concluyeron.

A.C.