El martes comenzó a regir la nueva Ley de Tránsito de la provincia, que establece, entre diversas modificaciones, que todas las personas que vayan en un vehículo deberán tener puesto el cinturón de seguridad.
Hasta ahora, muchas personas llevaban a sus mascotas sueltas en el auto, sobre el regazo del acompañante o ensayando la clásica postal de la cabeza asomada por la ventanilla baja, con las orejas al viento y la lengua afuera.
El artículo 43 establece que “las mascotas o los animales domésticos que se encuentren en el vehículo automotor deben ser colocados en las plazas traseras y sujetados, de tal manera que no interfieran con la libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente que debe tener el conductor”.
Para sujetarlos se puede conseguir una correa especial, que en uno de los extremos trae una fijación para enganchar en el cinturón de seguridad del vehículo. Esta tira, a su vez, se toma de un arnés o petral (no de un collar para evitar que el perro se asfixie).
Georgina Castro, quien además de ser proteccionista se dedica a diseñar collares, petrales, correas y cuchas para perros, empezó a confeccionar las correas específicas para el auto, que pronto subirá a la página de Facebook “Kiwi diseño animal” y a su Instagram “Kiwi_animaldesign”.
La joven detalló que empezó a hacerlas en cuanto se enteró de los cambios en la Ley de Tránsito, que consideró acertados para cuidar tanto a los animales como a los conductores y pasajeros. El precio de la correa ronda los 100 pesos, al igual que los arneses.
