Ni reinas, ni princesas, ni coronas, ni atributos. La próxima Fiesta Nacional de la Vendimia carecería de todos estos títulos e incluso de aquellas tradicionales joyas, como la corona de oro, plata, zafiros y brillantes que cada año porta quien se erige reina nacional.

 

Es que de aprobarse un proyecto de ley del Frente para la Victoria que ingresó al Congreso nacional, en los concursos de belleza ya no existirán los títulos monárquicos, mucho menos las coronas, “para terminar con los estereotipos”, y se los remplazará por la figura de “representantes”.

 

La iniciativa ya tuvo reparos del diputado Alejandro Abraham, porque “va en contra de nuestras costumbres” y el rechazo de la reina actual.

 

Cualquier turista que decida recorrer el país en verano será testigo en cada provincia de alguna fiesta popular en la que se elija la reina que represente la idiosincrasia o la producción del lugar. En la mayoría de ellas se organiza un concurso de belleza, y entre las participantes se corona a la que más aceptación consiguió en el jurado.

 

Sin embargo, en Mendoza la Fiesta Nacional de la Vendimia supone una infraestructura mucho mayor que comienza al menos 6 meses antes de la fiesta en sí. Entre agosto y setiembre se elige a quien escribirá el guión y dirigirá la fiesta y en poco más de dos meses se inician las elecciones distritales y más tarde las departamentales.

 

De esos concursos de bellezas locales saldrá la representante que después de un mes de capacitación  afrontará la elección provincial para erigirse belleza nacional de la Vendimia.

 

En esos 4 o 5 días en que se producen la fiesta y sus repeticiones, la provincia se paraliza y no se habla de otra cosa más que de las reinas que se postulan, sus carros, sus coronas y sus atributos.

 

Gran parte de este tributo a la belleza podría modificarse si el proyecto de la diputada nacional Gloria Bidegain (FPV) se convierte en ley.

 

La iniciativa de la legisladora bonaerense prevé que quienes ganen cualquier concurso de belleza “deben ser consideradas para su premiación como representantes de la fiesta nacional, regional, provincial o municipal en la que participen” figura que remplazaría los títulos de reina, virreina o princesa que hoy se utilizan. Esto es porque establece que los títulos y las distinciones que reciban “no deben postular criterios discriminatorios, denigratorios o cosificantes para las mujeres”.

 

Además descarta que para participar en estos concursos sea una condición ser soltera y permite que personas casadas e incluso quienes puedan quedarse embarazadas en el lapso en que se desarrolla la elección puedan participar, algo que ya se modificó en el reglamento para la elección de la Reina de la Vendimia. También prohíbe “la difusión de la edad, la altura, el peso, así como cualquier otra característica corporal de las personas participantes”.

 

La iniciativa, que se trató el miércoles en la Comisión de Cultura del Congreso, consiguió un dictamen favorable, aunque algunos diputados, entre ellos el mendocino Alejandro Abraham, puso algunos reparos para su futuro tratamiento.

 

FUENTE: UNOMendoza