Frente a los datos que confirman la mala situación que atraviesan las economías regionales, con una pérdida de competitividad de 3,4% en 2018 en comparación con 2017, desde Coninagro subrayaron que son necesarias políticas diferenciadas para que se compensen las asimetrías que se generan entre diversos sectores productivos. El punto de partida para representantes de esa entidad es la reducción de la carga tributaria.

El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, opinó que “la competitividad es mucho más que el valor del dólar” y destacó la importancia de “la cooperación, la sinergia público-privado y el asociativismo para dar la escala que necesitan las economías regionales para competir”.   

Este concepto fue respaldado por la senadora nacional Cristina Fiore (Partido Renovador, Salta) y por los diputados nacionales Luciano Laspina (PRO, Santa Fe) y Marco Lavagna (Frente Renovador, Ciudad de Buenos Aires), quienes participaron de la Presentación del Índice de Competitividad, elaborado por Coninagro.

La senadora Fiore, quien además es presidente de la Comisión Economías Regionales, Economía Social y Pymes, planteó que se debe avanzar en el federalismo. Para ilustrar las diversas condiciones que genera la localización geográfica, comentó que los productores salteños pagan 65 dólares por tonelada para llegar al puerto de Buenos Aires y que desde este lugar a Shangai desembolsan 39 dólares (algo similar a lo que ocurre en la provincia).

También comentó que en Mendoza hay unas 20 pymes por cada mil habitantes, lo que nos ubica por sobre la media nacional de 16, pero muy por detrás de las 40 que se observan en Capital Federal.

Aplicar las mismas políticas a todos es injusticia”, lanzó Fiore. En este sentido, consideró que se deberían generar políticas públicas diferenciadas para cada región, con cargas tributarias diversas y con incentivos para quienes inviertan en otras partes de Argentina.

Es que 72% de las pymes se ubican en Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.  Luciano Laspina, quien preside en Diputados la Comisión de Presupuesto y Hacienda, coincidió en la importancia de la descentralización geográfica de la Argentina.

Sin embargo, el también economista manifestó que la carga tributaria no sólo es nacional, sino provincial y municipal, y que algunas condiciones de las economías regionales son atribuibles a los gobiernos locales.

Por otra parte, indicó que se debe salir del dilema cambiario como único componente de la competitividad y la rentabilidad. “Hay U$S 300 mil millones pertenecientes a ciudadanos argentinos fuera del país, pero se les pide a los extranjeros que traigan aquí sus inversiones”, comentó.

A su turno, el economista y diputado nacional, Marcos Lavagna, manifestó que no hay que concentrarse tanto en las diferencias entre Capital Federal y el interior, sino en elevar las condiciones de todos. Pese a eso, señaló que coincide en la necesidad de generar políticas diferenciales para las economías regionales, como lo son por ejemplo las tarifas de luz y gas especiales para el sur del país. Además, indicó que hay que trabajar en las cadenas de valor entre distintas provincias.

Competitividad en caída 

La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) realizó, junto a la consultora Ecolatina, un relevamiento de la situación de 18 economías regionales de gran importancia en el país: algodón, arroz, carne bovina, carne avícola, cítricos, granos, hortalizas, leche, maní, manzanas, miel, ovinos, papa, peras, porcinos, vino y mosto, y yerba mate.

Para calcular el Índice de Competitividad de cada rubro económico, se consideraron diversas variables. Uno de los puntos que se tienen en cuenta es el estado de los recursos naturales presentes en cada región y su impacto en el desarrollo de la actividad productiva. También se evalúa la infraestructura de servicios, la población de la zona (mano de obra), el entorno macroeconómico e institucional, el desempeño económico (oferta, demanda y costos), la situación económica del mercado internacional al que llega cada sector y la calidad y diferenciación de los productos provenientes de una determinada economía regional.

Además de mostrar la caída generalizada de 3,4% en la competitividad de las economías regionales, el análisis reveló que en 2018, el sector con peor resultado fue el de carne avícola, con una caída del 6,3% con respecto al año anterior.

También se destacaron por su mal desempeño la carne bovina (-6,1%) y el cultivo de hortalizas (-2,1%), mientras que el vino y mosto crecieron, pero apenas 0,2%. Carlos Iannizzotto ha subrayado la necesidad de estudiar cómo se pueden compensar las asimetrías entre productos, con políticas diferenciadas para cada sector, de manera de evitar que se desaliente uno en favor de otro.

Fuente: Los Andes. / Edición: F.B.