Días atrás, el presidente de la Nación Alberto Fernández dictó el laudo arbitral solicitado por la provincia de Mendoza. En ese marco, ratificó la necesidad de realizar un nuevo estudio de impacto ambiental regional e integral sobre toda la cuenca del río Colorado, como condición para aprobar la construcción de la obra «Portezuelo del Viento», de conformidad con lo dispuesto por el laudo arbitral anterior dictado el 16 de enero de 2018 por el expresidente Mauricio Macri.

Ante esta decisión, la provincia de Mendoza se mostró crítica y argumentó que el estudio de impacto ambiental (aprobado por el Coirco) ya se había elaborado por las universidades de La Plata y el Litoral.
En este contexto, Gustavo Miras, presidente de la Cámara de Comercio de Malargüe, remarcó la falta de apoyo para el avance de la matriz productiva de Mendoza.

‘Esperábamos y teníamos la esperanza, acá en Malargüe, de tener otra respuesta del presidente Alberto Fernández. Terminamos golpeados, un año más. Portezuelo era la gran esperanza para Malargüe para generar fuentes de trabajo y administrar de forma eficiente el recurso hídrico del río Grande. El presidente de la Nación a través del laudo pidió nuevamente estudios de impacto ambiental. De este modo, le dijo que no a Portezuelo del Viento y a la provincia de Mendoza. También, le dijo que no al sur mendocino y esta es la realidad que tenemos que entender’, sostuvo Miras.

El río más caudaloso lo vamos a seguir teniendo sin administrar y sin desarrollar ningún tipo de actividad que nos brinde alguna clase de rédito para los mendocinos. Acá lo que falla en nuestro país, es mantener las decisiones en una misma dirección. Las políticas de Estado deben ser confiables y legibles para que los proyectos avancen. Nuestra provincia hace más de 15 años que no progresa en un proyecto hídrico y sigue estancada en su matriz productiva. La decisión de todo el arco político no es unánime, pocos se pronunciaron en defensa de Portezuelo del Viento y de los recursos de nuestra provincia’, agregó.

‘La realidad es que todos juntos deberíamos defender lo que nos corresponde. La energía es un objetivo básico para el desarrollo de cualquier país. Eso es lo que se quería hacer con Portezuelo. No hay que ser ingenuos, así sucede con otras obras y proyectos en el resto de Argentina. El Baqueano no va a contar con las facilidades para poder construirlo, va a correr con la misma suerte de Portezuelo. La Pampa se va a oponer de la misma forma que lo hace con Potasio Río Colorado y el proyecto El Azufre. ¿Hasta cuándo los mendocinos vamos a permitir que las decisiones unilaterales de otros gobernantes interfieran en nuestro crecimiento?’, se preguntó el presidente de la Cámara de Comercio de Malargüe.

Luego, prosiguió ampliando este mismo concepto. ‘Cuando hay un objetivo preciso y declarado, se tiene que cumplir. Se juega con la esperanza de los ciudadanos que esperan tener un trabajo o poder desarrollar otras actividades, como la expansión del turismo. La política está jugando con esto. A Malargüe siempre lo golpean, cuando son proyectos mineros le sucede lo mismo, pero el proyecto de El Azufre, que es una iniciativa turística de un nivel internacional, también tiene oposición para que se desarrolle. La Argentina debe tener una mirada unificada sobre la producción y el crecimiento de las actividades. En Mendoza sucede lo mismo, siendo los ciudadanos los más perjudicados porque no ven el progreso de la región. Todo esto nos lleva a un Estado más grande, a mayores subsidios y planes sociales. Todo eso es lo que no queremos para Malargüe’, remarcó Gustavo Miras.

‘Hay que hacer un análisis sobre las diferentes instituciones y cambiar la visión de la ciudadanía. Hubo muchos que se opusieron a Portezuelo por intereses propios de su departamento. También se oponen a la minería y a El Azufre. Se puede tener una mirada distinta, pero al final del camino prevalece la unificación de los criterios. No podemos dar vueltas constantemente sobre los temas, debemos sacar una conclusión en conjunto para que la ciudadanía tenga los objetivos en común. Hay que pensar qué Mendoza queremos de acá a los próximos 20 años, ya que hoy estamos generando una provincia pobre, sin trabajo, sin energía y sin agua. Hay que seguir hablando de Portezuelo del Viento si queremos hacer el Trasvase del río Grande al Atuel. Las obras deben ser en beneficio del todo sur mendocino. Debemos madurar y aprender de esto, porque el sur de Mendoza no solamente perdió este proyecto, sino que también seguramente perderá los millones de dólares que debían invertirse en esta región’, aseveró al finalizar el reportaje Miras.