Un incomodo momento vivió hace un mes y medio uno de los periodistas locales que se desempeña laboralmente en Tevecoa cuando realizando sus tareas diarias fue increpado por una efectivo policial.

El indignante suceso se consumó cuando Emanuel Vallejos, conductor de Cable Panorama, se disponía a entrevistar junto a uno de los camarógrafos de la empresa a la directora de la Escuela 4-113 “Jorge Barraquero” por un resonante caso sobre un alumno que había llevado a la institución un arma blanca. En el lugar no se le permitió el ingreso por parte de una uniformada de Comisaría 14° identificada con el apellido Adell.

La mujer policía le solicitó con una “prepotente” actitud que se identificara antes de acceder a la entrevista de lo contrario no se le permitiría el acceso. Acto seguido Vallejos se limitó a darle datos, ya que resulta insólito que con la indumentaria identificadora propia de la empresa se le solicite información personal, por lo que la mujer se valió de su “autoridad” empleándola como vehículo para la “agresión”. “Ustedes siempre hacen lo mismo. Te voy a denunciar ya vas a ver y el padre del chico también”, le gritó la auxiliar.

En la mañana de este jueves, en contacto con F.M. Viñas, Emanuel Vallejos testimonió: “Ayer a las 16:30h llegó a mi domicilio una notificación que solicitaba mi presencia en Comisaria 14° con el fin de testificar sobre lo ocurrido. Fue un móvil policial a buscarme para que a las 17h me presente”. Una vez en la Seccional se le informó que había irrespetado el Código de Faltas 9099 sobre negarse a dar información personal a un efectivo policial. A posterior, fue sometido a fotografías aplicadas al expediente judicial y «me pintaron las huellas dactilares«.

Lo molesto del caso es la agresión con la que me increpó la efectivo usando una forma prepotente haciendo abuso de la autoridad. Si me hubiera pedido bien le hubiera respondido sin ningún inconveniente”, agregó Vallejos, quien aún no cae del asombro sobre lo ocurrido.

Lo lamentable del hecho es que esta efectivo policial no representa al resto de sus compañeros de tareas y peor aún es la lectura incorrecta de una legislación que plasma los derechos y garantías de civiles, funcionarios y empleados públicos. Frente a estas lagunas legales, muchos inclinan la balanza a su conveniencia suponiendo que la inmunidad de ocupar un cargo raso le posibilita arremeter contra todos.

Actualmente, Emanuel enfrenta un proceso judicial por un hecho del que la mujer se valió para implicar al verdadero damnificado. Es una sinrazón y resulta casi rayano en lo ridículo que el abuso policial, aplicado por esta auxiliar de policía, continúe en los tiempos transitados.

F.B. (Redacción F.M. Viñas).